Si trabaja en una organización jerárquica y no es usted el jefe máximo es evidente que hay una o varias personas por encima.

Lo que también es evidente es que lo que más valoran de usted si trabaja a cuenta ajena es su capacidad de encontrar soluciones. Quieren que ejecute las tareas asignadas —sin crear o escalar los problemas que ellos necesitan resueltos—.

Jack Welch, el hombre de negocios famoso por sus décadas de servicio como consejero delegado de GE, afirmó que existían dos fuentes de ventaja competitiva: identificar la información sobre los clientes antes de los competidores y poner los conocimientos en acción más rápidamente que ellos.

 Es una de las principales razones por las que la transformación digital era una tendencia importante en todas las industrias durante largos años. Parece que casi todas las industrias quisieran utilizar la recopilación de datos como medio para desarrollar o mejorar sus ventajas competitivas.

Cada stack de OSS pasa por periodos y decisiones que moldean radicalmente su dirección e impacto en los años venideros. Ocurre lo mismo tanto si se trata de un conjunto de productos estándar (como SunVizion), como de un OSS integrado y montado por los operadores.

 

Hay un viejo refrán que dice: "si quieres que algo se haga, encárgaselo a una persona ocupada".

Lo tenemos probado también en nuestro trabajo. A las personas que mejor cumplen con su cometido se les pide que realicen más tareas; los trabajos se acumulan; el producto derivado de esto es que la persona ocupada tiende a ser aún más eficiente en el uso del tiempo y los recursos, lo que la convierte en un empleado muy apreciado.

La virtualización de la red tiene muchas ventajas: por eso, los operadores y proveedores de redes han invertido tanto en el avance de esta tecnología.

 La principal ventaja es la flexibilidad que otorgan las redes virtualizadas. A diferencia de las redes físicas, es relativamente rápido y fácil cambiar la configuración, topología, funciones y modos de uso. En las redes físicas el cambio siempre requiere la intervención humana, a menudo con largos ciclos de planificación; mientras tanto, las redes virtuales pueden cambiarse casi instantáneamente, siendo modificables mediante técnicas algorítmicas o automatizadas, lo que permite optimizarlas según los patrones de uso y los objetivos de rendimiento casi en tiempo real.